La misoginia de Schopenhauer (II)

La mujer y su filosofía

En la obra de Schopenhauer encontramos una gran cantidad de frases y pensamientos hostiles hacia las mujeres. Seleccionaré aquí algunas con el objetivo de ilustrar el pensamiento de este filósofo sobre la cuestión femenina. Su obra «El amor, las mujeres y la muerte» es el manifiesto misógino por excelencia (puede ser descargado de aquí). He aquí algunos fragmentos:

«En el fondo de su corazón, las mujeres se imaginan que los hombres han venido al mundo para ganar dinero y las mujeres para gastarlo. Si se ven impedidas de hacerlo mientras vive su marido, se desquitan después de muerto éste. Y lo que contribuye a confirmarlas en esta convicción, es que el marido les da el dinero y las encarga de los gastos de la casa.» (Op. Cit. pág 69)

» Como las mujeres únicamente han sido creadas para la propagación de la especie, y toda su vocación se concentra en ese punto, viven más para la especie que para los individuos, y toman más a pecho los intereses de la especie que los intereses de los individuos. Esto es lo que da a todo su ser y a su conducta cierta ligereza y miras opuestas a las del hombre. Tal es el origen de esa desunión, tan frecuente en el matrimonio, que ha llegado a ser casi normal.» (Op. Cit pág 73)

«Preciso ha sido que el entendimiento del hombre se obscureciese por el amor para llamar bello a ese sexo de corta estatura, estrechos hombros, anchas caderas y piernas cortas. Toda su belleza reside en el instinto del amor que nos empuja a ellas. En vez de llamarle bello, hubiera sido más justo llamarle inestético. Las mujeres no tienen el sentimiento ni la inteligencia de la música, así como tampoco de la poesía y las artes plásticas. En ellas todo es pura imitación, puro pretexto, pura afectación explotada por su deseo de agradar. Son incapaces de tomar parte con desinterés en nada, sea lo que fuere, y he aquí la razón: el hombre se esfuerza en todo por dominar directamente, ya por la inteligencia, ya por la fuerza; la mujer, por el contrario, siempre y en todas partes, está reducida a una dominación en absoluto indirecta, es decir, no tiene poder sino por medio del hombre; sólo sobre él ejerce una influencia inmediata. Por consiguiente, la Naturaleza lleva a las mujeres a buscar en todas las cosas un medio de conquistar al hombre, y el interés que parecen tomarse por las cosas exteriores siempre es un fingimiento, un rodeo, es decir, pura coquetería y pura monada.» (Op Cit. Pág 75) 

«Pero ¿qué puede esperarse de las mujeres, si se reflexiona que en el mundo entero no ha podido producir este sexo un solo genio verdaderamente grande, ni una obra completa y original en las bellas artes, ni un solo trabajo de valor duradero, sea en lo que fuere? Esto es muy notable en la pintura. Son tan aptas como nosotros para aprender la parte técnica, y cultivan con asiduidad este arte, sin poder gloriarse de una sola obra maestra, precisamente porque les falta aquella objetividad del espíritu que es necesaria sobre todo para la pintura. No pueden salir de sí mismas. Por eso las mujeres vulgares ni  siquiera son capaces de sentir sus bellezas, porque Natura non facit saltus. En su célebre obra Examen de ingenios para las ciencias -que tiene más de trescientos años de fecha-, rehusa Huarte a las mujeres toda capacidad superior.» (Op. Cit pág 76-77) 

» (…) las mujeres son y serán las nulidades más cabales e incurables.»  (Op. Cit Pág 77)

Podría seguir citando pasajes de esta obra hasta el cansancio ya que toda ella es una oda a la misoginia. Creo que con los pasajes ya citados el lector tendrá material suficiente para comprender cabalmente cual eran las ideas de Schopenhauer para con las mujeres. Una hostilidad extrema, cargada de prejuicios y falacias, un pensamiento encasillado en su tiempo, ayer vigente, hoy anacrónico. Es interesante notar como ciertos sucesos familiares (las pésima relación con su madre) llevan a los pensadores más lúcidos a tomar actitudes irracionales, sin fundamento alguno. Schopenhauer, un hombre que inunda el siglo XIX con sus ideas, un pensador brillante, es, a su vez, un misógino rancio y detestable.

32 Respuestas a “La misoginia de Schopenhauer (II)

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  2. Schopenhauer fue, ante todo, un filósofo dedicado a la metafísica, al conocimiento intuitivo de la esencia del mundo; en su pensamiento, las mujeres son mera ocasionalidad. Por otra parte ¿acaso no es verdad que las mujeres no han creado aún nada elevado? Ya tienen más de medio siglo de supuesta liberación y siguen en la medianía. Yo no soy misógino, de hecho tengo profundo aprecio a las mujeres (crecí entre 4 mujeres y ningún hombre, y detesto el salvajismo de cierta masculinidad); espero que de verdad algún día lleguen a liberarse de manera genuina. Ello, no obstante, creo que el saber más profundo y elevado de todos los que ha creado el hombre -la metafísica- nunca la hubiesen podido crear las mujeres; la metafísica, y en general toda filosofía seria, es profundamente ajena a sus instintos; las mujeres no pueden conciliar su condición architerrenal con la elevación de las ideas y los puros conceptos, siempre necesitan un suelo en qué apoyarse, no toleran el abismo. Por algo prefieren la psicología, es un camino pseudofilosófico para elaborar ideas, pues toda psicología es una forma de domesticar lo real, algo que las mujeres aman hacer, a pesar de que en ello les vaya su propia esclavitud.
    Finalmente, y regresando al gran filósofo que fue el Dr. Arthur Schopenhauer, su desdén por las mujeres radica en algo muy simple y que todo filósofo sabe porque lo experimenta: las hormonas de las mujeres, su histeria cotidiana, se convierte en un lastre para la serenidad que los hombres requerimos para entregarnos a la filosofía. Tan sencillo como eso.

    • Querido Alejandro, eres un auténtico inepto.
      Has oído alguna vez el dicho de si tus palabras no son mejores que tu silencio no lo digas? Pues de verdad que deberías aplicártelo porque lo único que has dicho son soberanas estupideces como el misógino de Schopenhauer, gran filósofo en algunos aspectos y un tremendo descerebrado condicionado por un trauma infantil y los condicionamientos sociales de la época.

      Tu madre se sentiría avergonzada de ésto que has escrito, y cito textualmente:

      «las hormonas de las mujeres, su histeria cotidiana, se convierte en un lastre para la serenidad que los hombres requerimos para entregarnos a la filosofía. Tan sencillo como eso.»

      Ni las mujeres son un manojo de hormonas, ni sufren de histeria cotidiana ni son un lastre para la serenidad que los hombres requieren para entregarse a la filosofía. Maldito pedante y redicho. Pobre de la mujer que te aguante algún día si es que alguna desgraciada lo hace.

  3. Estimado Alejandro, antes que nada muchas gracias por comentar. Mi respuesta puede resumirse a 3 puntos: A) No sé qué fecha tomas para hablar de la liberación femenina,y como bien dices, esa «liberación» es supuesta. La testosterona sigue dominando el mundo, amigo mío. Las mujeres van tomando poco a poco lugares importantes, valiéndose de su talento para ello, pero aún les queda mucho camino por recorrer, y debe ser un esfuerzo de la sociedad toda, el abrir ciertos oficios y ciertos focos de poder a las mujeres.
    B) ¿Qué las mujeres no han aportado nada? Le hago un breve recuento, una de las fuentes más grandes poesía griega tenía ovarios ¿sabía? Se llama Safo. Una de las más grandes astrónomas tenía vagina ¿sabía? Su nombre era Hipatía de Alejandría. La primera persona que puede ser considerada como la pionera en las cuestiones de la programación tenía clítoris, ¿la conoce? Su nombre es Ada Lovelace. Busque, señor, busque un poco más. Le tiro otro nombres para que se entretenga, Agatha Christie como el summun de la novela policíaca, Hanna Arendt como una de las mayores personas que han aportado a la teoría política, Ayn Rand y sus aportes a la filosofía en general, junto Simón de Beauvoir. Tenemos en el terreno de la política a Rosa Luxemburgo, Margareth Thatcher,Angela Merkel,etc¿las conoce? Creo que no, de otra forma no podría haber dicho lo que dijo. Les doy otros nombres más, para ir terminando, ¡pero no se crea que son las únicas! Mire que hay más, muchas más. En el terreno del cine, Greta Garbo, Ingrid Bergman, Penélope Cruz, Elizabeth Taylor, entre miles más.
    C) La filosofía de Schopenhauer es harina de otro costal, en ningún momento critique su filosofía, ni le quité valor a sus ideas por su condición de misógino. Es un filósofo de inmensa talla, ineludible para comprender el siglo XIX, XX y nuestros tiempos.
    Aparte de esto, me gustaría que me aclarara ciertos términos, ¿qué quiso decir con «domesticar lo real»? ¿y con «conocimiento intuitivo de la esencia del mundo»?.
    Nuevamente, gracias por comentar. Saludos.

  4. Buen día. Con todo gusto le respondo, previamente agradeciendo su atento comentario.

    Prmero que nada, me gustaría que se respetara la especificidad de las palabras que escribí a fin de que no se tome equivocadamente que yo pensé una cosa porque no se la comenta en su amplitud.

    Yo no dije que las mujeres no hubiesen aportado nada; por supuesto que lo han hecho; lo que yo dije (recordando que estamos en el contexto de un filósofo destacado por su metafísica) es que las mujeres, hasta ahora, no han creado nada elevado en esa dimensión del pensamiento que es la metafísica. Le tengo gran respeto a Susan Sonntag y a Virginia Woolf; de Hipatia de Alejandría no tenemos muchas fuentes sino doxografías, cuando mucho, pero no estudiaría metafísica en la obra de ellas ni de ninguna mujer, pues hasta ahora ninguna ha creado conceptos ontológico-metafísicos. ¿Soy preciso y claro en la distinción que hago? Espero que sí.

    Si usted leyó bien mi comentario, por otra parte, expresé con claridad que detesto cierta forma de masculinidad harto salvaje, eso que usted llama «testosterona»; a mí, particularmente, me parece -poque yo mismo lo he sentido- que un filósofo tiene que alumbrar el lado femenino de su alma para poder hacer metafísica, y de la misma manera en que estimo que las mujeres no pueden elevarse al concepto puro, sé que la mera y vulgar testosterona tampoco lo puede hacer. Pero los varones sí que podemos trascender nuestra condición hormonal, las mujeres no.

    Pienso en la lamentable opinión de la amante de Heidegger, Hannah Arendt, «La filosofía mata la vida», simplemente no entiendo por qué concluir eso sólo porque Heidegger prefirió la ontología, pero me parece típico de las mujeres, pues dudo que sepan de la vitalidad del concepto, dado que éste no es «terrenal» sino el paso al mar abismal, como bien lo sabían Kant, Hegel, Nietzsche, Heidegger y, por supuesto, Schopenhauer; Platón y Aristóteles antes de ellos; Parménides y Heráclito egregiamente.

    ¿Qué quise decir con «conocimiento intuitivo»? Simplemente estoy remarcando el camino de la metafísica a través del cual Schopenhauer estableció una filosofía inmanente: la fuente de todo conocimiento es la experiencia. Simplemente eso.

    ¿Qué quise decir con «domesticar lo real»? Bien, esto es un poco más complejo de aclarar, dado que, si bien yo presupongo que más o menos se puede advertir qué es, forma parte de una investigación que actualmente llevo a cabo. Tengo la noción -de fuente foucaultiana- que en la actualidad padecemos de una grave falta de sentido ético hacia la vida; quiero decir, ética en el sentido del saber de sí mismo; este déficit de ética está siendo compensando con exceso de psicología clínica. Así pues, en lugar de conceptualizar lo aleatorio de los acontecimientos desde un punto de vista ontológico-ético, estamos infestando a los sujetos de «enfermedades mentales». No sé cómo sea en su país, pero en México todo el mundo tiene una enfermedad mental, desde simple neurosis hasta psicosis. En mi opinión, lo que psicología hace es desplegar un discurso que pretende dominar a los sujetos catalogándolos como «enfermos mentales» y, por tanto, privándolos de autonomía ética para asimilarlos a un esquema de ordenamiento clínico. La psicología actúa aquí como principio ontológico de fundamento (antes era Dios) y, de ese lugar, se expande a los acontecimientos del sujeto para estructuralos.
    La psicología se enfrenta a lo aleatorio del acontecimiento con un discurso estratificador, o dicho de otra manera: domesticador.
    Bien, proliferan las mujeres que se dedican a la psicología y que se ponen en el papel de dictadoras del acontecimiento desde la perspectiva de la clínica. Para el asunto que nos incumbe, la actitud de la mujer, me parece que esa disposición femenina a la psicología radica en que ellas -las mujeres- sólo pueden sobrevivir si ejercen dominio sobre lo aleatorio; las mujeres no toleran el caos, por eso ellas son la figura del hogar resguardado, papel que no es solamente cultural, sino que ellas repiten en sus propias prácticas. Espero haber sido claro.

    Finalmente, la fecha que tomo como «liberación femenina» es la década de los 60 del siglo pasado. Y quisiera ser más claro al respecto: en medio siglo, las mujeres siguen más ocupadas por buscar el reconocimiento que por afirmarse a sí mismas; para mí, eso es síntoma de conciencia «esclava».

    Por lo demás, reitero mi admiración por lo que las mujeres han logrado; pero hasta ahora no ha acontecido una metafísica elevada nacida de una mujer. Y ya he dicho por qué los «metafísicos» han desestimado a las mujeres: es una cosa de condición para elevarse de la tierra al concepto.

    Reciba usted un cordial saludo, con el agradecimiento por su atención.

    • Querido Alejandro, por lo que veo leer tanta metafísica ha configurado su pensamiento en categorías demasiado generales y que pueden desembocar en prejuicios. Las mujeres no son ideas ni conceptos que tienen formas puras, con características delimitadas e invariables. Como seres humanos que son, las mujeres son tan múltiples y diversas como los hombres. Sobre el obstáculo biológico que según usted, poseen las mujeres para la práctica de la metafísica, no me consta. Me gustaría que me acercara datos o estudios, que comprueben un impedimento innato para generar conceptos abstractos. Me parece que se ha quedado anclado en el tiempo, querido amigo. Las mujeres quizás, no han creado nada elevado en el campo de la metafísica, porque la filosofía siempre ha sido un patriarcado, y las osadas féminas que se atrevieron a romper el muro de testoterona que circundaba el pensamiento abstracto, han sido brutalmente rechazadas. Lo que usted ha dicho se iguala a decir lo siguiente; los negros en Estados Unidos no son buenos para la política porque nunca han alcanzado grandes cargos (excluyendo nuestros días, claro está) políticos. ¡Pero claro que no los han tomado! ¿Pero sabe por qué? Porque tuvieron que pasar por un siglo de esclavitud (tomando el inicio de la vida independiente de las colonias británicas) y otro siglo más de subordinación legal (acuérdese que el racismo estuvo apoyado por el orden jurídico). Por lo demás, su planteo sobre las mujeres es equiparable al que hizo Aristóteles (las mujeres tienen menos dientes que los hombres) o el pensamiento positivista, que decía que las mujeres no podían trabajar porque demasiada sangre pierden durante la menstruación, como para gastar aún más energía en las actividades laborales. Sobre su investigación, lo felicito de corazón, por lo demás no me gustaría entrar en una discusión sobre psicología, porque sería desviarnos del tema tratado en este artículo. Lo felicito por sus ideas, no comparto ni una sola, ese prejuicio sobre las mujeres, sus pensamientos tan generales pueden tener errores. Salvo que usted conozca y haya estado en intimidad con todas las mujeres existentes en el planeta, sus tan rápidos juicios no tendrían fundamento. En caso que usted sí haya estado en intimidad con todas las mujeres del mundo, lo felicito Alejandro, y pasa a ser, desde hoy en adelante, oficialmente mi nuevo ídolo. Mi gran ídolo. Salú!

      • Buen día.
        Gracias por su comenario. Qué bueno que no comparta mis ideas, cuando yo escribo es para que quienes tienen a bien leerme piensen y discutan: La filosofía es, creo yo, «pólemos».

        Sin embargo, le quiero pedir que no haga paráfrasis falaces de mis ideas: ¿cuándo dije que las mujeres fuesen conceptos o ideas con formas puras? ¿Cuándo coloqué un argumento biologicista sobre la cuestión de las mujeres y la metafísica? Yo hablo del «ethos» del pensamiento.
        Como veo que usted entra, además, en opiniones irrelevantes (que si he estado con todas las mujeres del mundo, por favor, vaya opinión), voy a preguntar directamente lo importante:

        ¿CUÁL ES LA FINALIDAD DE ESTAS PÁGINAS DEL TIPO «HEDEGGER NAZI», «NIETSCHE ANTISEMITA» O «SCHOPENHAUER MISÓGINO»? Conozco a más de uno que no estudió a Heidegger porque, según la información de internet, leyó que fue nazi, sin tener idea de lo que «nazi» quiere decir en Heidegger.

        Cuando doy clases, les sugiero a mis alumnos que no contextualicen a los filósofos recurriendo a la información de internet, precisamente porque lo normal es que se ecriba sobre un filósofo (comúnmente sin conocer a fondo su pensamiento) sólo con la intención de hacer morbo.

        En esta época en que el pensamiento está en crisis a causa de la informática indiscriminada, hay que ser más cautos.

        Me pregunto si usted realmente conoce la obra de Schopenhauer, pues por lo menos lo que se aprecia aquí, parece que no, y quiero decir, realmente.

        Pero no preciso de respuesta a eso. La pregunta que sí le pido me responda por favor, y de manera directa y clara, es: ¿Cuál es la finalidad de esta página en la que se hace morbo de la misoginia de Schopenhauer? ¿Esto que le aporta a la filosofía, ya que se trata de un filósofo?

        Espero su respuesta.
        Gracias y saludos.

      • Estimado Alejandro, en ningún momento, cuando dije que las mujeres no son ideas o formas puras, le adjudiqué a usted lo que escribí. Solamente siento un tufo a prejuicio y falta de fundamento en sus razonamientos. Usted dice que las mujeres no han creado nada elevado en el terreno de la metafísica, o que se inclina más a la psicología porque «(…)es un camino pseudofilosófico para elaborar ideas, pues toda psicología es una forma de domesticar lo real, algo que las mujeres aman hacer, a pesar de que en ello les vaya su propia esclavitud.» Yo no me atrevería a hacer juicios tan apresurados y tajantes. Nada más, yo no generalizo tanto, ni hago juicios tan magnánimos. Soy más modesto en mis pensamientos, por eso le pedí pruebas, en qué se basa usted para decir eso, datos, cifras para que mi ignorancia se diluya.
        Respondiendo a su pregunta ¿CUÁL ES LA FINALIDAD DE ESTAS PÁGINAS DEL TIPO “HEDEGGER NAZI”, “NIETSCHE ANTISEMITA” O “SCHOPENHAUER MISÓGINO”? Le diré dos cosas: A) Es mi blog y en él publico lo que se me viene en gana. Además cité textualmente fragmentos de obras de Schopenhauer, así que no puede decirme que he inventado todo lo que escribí y B) básicamente me pareció un aspecto curioso de la vida y obra de Schopenhuer. No le busque un sentido metafísico a ésto.
        Si no lo gusta, estimado, tiene la opción de no leer, o no comentar, así de simple. Fácil, rápido y todos contentos. De mi parte el tema está terminado, estos tópicos invitan a ser discutidos con un café de por medio, se nota que usted ha leído mucho mas en lo que a mi respecta he leído poco a Schopenhauer y por lo visto usted lo ha leído mucho. Pero, oh casualidad, EL TÓPICO DE ESTE ARTÍCULO NO ES LA FILOSOFÍA DE SCHOPENHAUER. En fin, nunca llegaremos a buen puerto en estas discusiones vía web. Nuevamente gracias por el comentario, y repito de mi parte el tema está cancelado, estas discusiones bizantinas no aportan nada.
        PD: Heidegger sí fue nazí (no sé como entiende usted al nazismo ni si hay otra forma posible de entenderlo), la única forma de ser nazi es, ser miembro del Partido Nazi, cosa que Heidegger fue, desde el 33 al 44, ya que no se podía serlo antes ni después (Onfray).

    • Para el señor Alejandro. Leí completamente su argumentación, y le felicito, usted conoce bastante, y es notable. Pero hay algo que sí deseo señalar, y me parece necesario que lo sepa: usted no es una mujer, usted, por lo tanto, no puede asumir que conoce el pensamiento y «la naturaleza hormonal» de una. Todo lo que usted argumenta acerca de nuestra «incapacidad de trascender hormonalmente», puedo considerarlo como invención suya, sin ninguna clase de fundamento comprobable -y vea usted, que si alega sobre que se debe pensar más allá de lo «domesticable» entonces no hable de hormonas, que son puramente ciencia exacta-. Sírvase de reflexionarlo, no lo señalo con afán de contradecirle, sino para que amplíe su perspectiva en relación al sexo de los individuos.

      • estoy encantada con cómo le han contestado al insoportable de Alejandro. realmente tiene todas las chances para que se lo vea como un prejuicioso que se las dá de sabio. sigue refiriéndose una y otra vez a «las mujeres» como si se pudiera generalizar a un colectivo realmente tan grande. es chocante que haya almas medievales todavía entre nosotrxs, que reiteren que la mujer todavía no se ha destacado en tal o cual área, cuando en realidad hay tantos ejemplos… y si acaso no los hubiera, es porque está todo perfectamente armado para que esas mujeres que hubieran podido hacer historia se quedasen en la casa fregando y limpiandole las cagarrutas del calzón de los «grandes hombres». por cierto, no sé si la nombraron, pero fue la actriz hedy lamarr quien inventó las bases para lo que luego sería el wifi y también el bluetooth. qué ironía que sin ella alejandro le estaría hablando solo a una pared.

  5. Señor Alejandro, este comentario va dedicado a usted, ya que veo que no entendió nada, nada, de la apreciación de la misoginia de Schopenhauer.
    Pero antes, quiero hacerle una precisión de tipo histórica: ¿le cuenta a usted que la escuela pitagórica era una cominudad filosófica que integraba a hombres y mujeres? Y otra cosa: ¿Quién fue Diotima para Sócrates?¿Está al corriente de ello?Ya sé, me va a venir con que no hay precisión histórica, con que se duda de la existencia del propio Sócrates; pero eso qué más da, ya que Platón(el mismísimo), eligió para Sócrates una MA-ES-TRA, dato acaso para nada menor.
    Y en cuanto al »conocimiento intuitivo de la esencia del mundo», qué rayos es eso; usted dice:» Simplemente estoy remarcando el camino de la metafísica a través del cual Schopenhauer estableció una filosofía inmanente: la fuente de todo conocimiento es la experiencia. Simplemente eso.» ¿Simplemente el qué? Eso no dice nada; la inmanencia y que la fuente de todo conocimiento sea la experiencia no tiene nada que ver. Y he aquí, su propio error, su propia muerte en el pensamiento: usted habla y remarca la metafísica, habla de »elevado», de intuición; yo pregunto si esos términos son compatibles con que la »fuente del conocimiento sea la experiencia», y si a través de ella(la experiencia, aclaro) se llega a la esencia(¿Es usted fenomenólogo?) . Por otra parte, le falta, le falta; no sé si está al tanto de los desarrollos filosóficos contemporáneos, que hace bastante tiempo hablan de la superación de la metafísica, de muerte de la metafísica, y para nada eso significa la muerte de la filosofía; más bien todo lo contrario, se busca otra forma de hacer filosofía, libre de ataduras, de prejuicios, no »elevada». Celebro que los pensadores sean bajos, rastreros, que orbiten en la superficie (¿acaso hay algo más profundo que la piel?, Valéry), qué hagan una física de su metafísica. La filosofía que sí es muerte, es la de la tradición de lo Uno, del absoluto, la que lo centra todo, es decir,Parménides, Platón, Aristóteles, Tomás de Aquino, Descartes, Leibniz, Kant, Hegel, Heidegger; e inclusive con ellos, que son grandes entre los grandes, se puede hacer cosas, se puede pensarlos distinto a cómo se los piensa en la instituciones, en las universidades, se puede hacerlos decir cosas horribles, monstruosas (por suerte). Por eso, hay que bogar por otra historia, una contra-historia de la filosofía, llena de pensadores bajos, menores, malditos, poco queridos, olvidados; valga decir Demócrito, Leucipo, epicureos, estóicos, Lucrecio, Spinoza, Holbach, Nietzsche, y claro, todo los pensadores del siglo XX que no le digo el nombre para que los investigue por usted y se entere. Dejé el caso de Schopenhauer, ya que por sus comentarios es el ejemplo concreto de que con los filósofos se puede hacer cualquier cosa, pensar cualquier cosa.
    Y termino con lo que sigue. Me molestaba sobre manera la apreciación esencialista sobre las mujeres, ahí sólo hablamos de biología, el pensamiento pasa por otras cosas, »siempre hay más cosas»(como decía Borges); uno nunca es hombre ni mujer pensando, sino que deviene, deviene otra cosa de lo que es…
    Le regalo estas palabras de Foucault(son Theatrum Philosophicum), para que se deleite y se deje llevar por la música: »La metáfora no vale nada, Deleuze me dice: no hay corazón, no hay corazón, sino un problema, es decir, una distribución de puntos relevantes; ningún centro, pero siempre descentramientos, series con, de una a otra, la claudicación de una presencia y una ausencia —de un exceso y un defecto. Hay que abandonar el círculo, mal principio de retorno, abandonar la organización esférica del todo: es por la derecha que todo vuelve, la línea derecha y laberíntica.»
    Me llamo Roberto Soria, y soy nadie.

    • Sobre el «conocimiento intuitivo». Estaba respondiendo una pregunta. Nada más que eso. Le sugiero que lea la «Estética trascendental» de Kant (se encuentra en la Crítica de la Razín pura) y los Libros I y III de El mundo como voluntad y representación, de Schopenhauer, para que tenga noción del concepto; veo que tiene un aprendizaje de vulgata de la filosofía.

      A las observaciones históricas sobre los pitagóricos y sobre la imagen de Diótima no les daré respuesta: la historia de la filosofía es lo suficientemente clara -para quienes la conocemos de verdad- al respecto.

      Me pregunta si estoy «actualizado». Primero ¿desde cuándo la filosofía es cuestión de actualidad? ¿Entonces ya no debemos leer a Platón ni a Plotino ni a Kant porque son inauctuales y pasados? En la filosofía no existe el pasado; se da la apropiación. Me recuerda usted a mis alumnos de los primeros semestres que quieren leer a Heidegger y Deleuze… pero desestiman la lectura de Platón y Aristóteles por la misma razón banal que usted pone. Heidegger dictaba cursos sobre Platón, Aristóteles, Parménides, Heráclito, Kant, Tomás de Aquino; Foucault se define a sí mismo como heredero de la filosofía crítica de Kant; Deleuze considera que el pensamiento de la inmanencia (justamente) tuvo a su más ilustre pensador en Spinoza y retoma de Duns Scoto la haecceitas.

      Ninguna filosofía mata; lo que se da, más bien, son lectores curiosllos de los filósofos, los que no piensan a los filósofos, sino que los usan como bandera de ideologías callejeras.

      Me pregunta si estoy «al tanto de los desarrollos históricos contemporáneos». Antes de responderle, déjeme comentarle que me mata de risa esa expresión. ¿Qué signifca «desarrollo histórico contemporáneo» en la filosofía? ¿No es eso algo muy cercano a un hegelianismo vulgar? Le respondo: en el semestre de invierno de 2009 impartí un curso sobre Foucault al que titulé «Poder, sujeto y hermenéutica»; en ese mismo semestre impartí la materia de filosofía política desde el punto de vista de Eugenio Trías y Gilles Deleuze. ¿Estaré al tanto de los «desarrollos históricos contemporáneos»? Fíjese que en virtud. En el semestre de verano de 2010 impartí un seminario sobre la Hermenéutica de la facticidad y la Ontología fundamental de Heidegger (donde, por cierto, Aristóteles cobra mucha importancia). Determine usted si estoy actualizado.

      Precisamente por esos cursos, ve la necesidad de retomar la filosofía moderna: actualmente estoy en una investigación sobre Kant y Schopenhauer, pues pienso que la filosofía de la finitud-Limite de Kant y la respuesta de Schopenhauer, aún tienen mucho para ser pensados.

      Y, por supuesto, casi cada año releo a Platón.

      Nada más los periodistas piensan que el valor del pensamiento está en su ¿cómo dijo? ¿»desarrollo histórico contemporáneo»? Bien, sigamos su criterio y quememos todos los libros desde los presocráticos hasta Husserl.

  6. Bien, entonces queda claro que aquí se habla de un aspecto de la opinión de un filósofo, pero este sitio no tiene nada que ver con la filosofía. Se lo digo con toda seriedad y por preocupación académica, pues con eso de que ahora todo mundo está informado de todo al mismo tiempo que no sabe nada, anda confuendiendo la sofística del internet con la genuina filosofía.

    Yo, por mi parte, no hice más que externar mis opiniones para evitar que un curioso desandado considere que no tiene valor estudiar a Schopenhauer simplemente porque era un misógino (créame que los hay muchos), de la misma manera en que no estudian a Heidegger, miembro del NSDAP pero no «nazi», como se puede entender a secas esa afirmación.

    Sobre su respuesta de que éste es su blog, la pregunta no es por el espacio que hace posible vituperar a un filósofo. A su segunda respuestas: en modo alguno busco un sentido metafísico a los chismes sobre los filósofos. Traté de hacer comprensible la «misoginia» de Schopenhauer en los límites en que deben tenerse, ya que en internet cualquiera puede publicar lo que se le dé gana, en efecto tal como usted lo dice, y es lamentable que de un pensador tan brillante como Arthur Schopenhauer el internet esté lleno de cositas como éstas ¿por qué no, mejor, hablar de la crítica al teísmo occidental? Insisto, nunca entenderé qué buscan estas páginas en las que, cuando se quiere hablar con seriedad de un filósofo, se termina con la simple: «Porque es mi blog y me da la gana».

    Le comento una anécdota, viene al caso: cuando comencé mis estudios en la facultad de filosofía, tuve el honor de ser alumno de la dra. Rosario Herrera. Ella -mujer cabal-, hizo su tesis sobre Schopenhauer y nos comentaba la molestia que le causaba todo ese chisme de la misoginia. Nos dijo alguna vez: «Los ‘filóginos’, esos que andan por el mundo reivindicando a las mujeres de la ‘maldad’ de Platón, Schopenhauer y Nietzsche; eso es como andarle pidiendo limosna a los patrones. en la filosofía no se trata de ser mujer sino de pensar». A ella, mi profesora Rosario Herrera (mujer, reitero), le debo mi pasión por las «antigüedades» de la filosofía, tales como la metafísica, la ontología y el gusto inactual por los clásicos.

    Suerte y gracias por permitirme aclarar esa curiosidad de Schopenhauer, para que los internautas que se encuentren aquí no se queden con esa lamentable imagen, pueril por lo demás, de «Schopenhauer, gran filósofo pero detestable misógino».

  7. Otra vez, sigue sin entenderlo, da gracia.

    Nadie le quita »autoridad», ni le pide que queme a sus clásicos, sería risible hacerlo. En cuanto a la comprensión de Schopehanuer, va al final del texto mi explicación.Simplemente, quiero otra vez (re-)remarcar su uso erróneo de supuesto »metafísicos» , su verticalidad, y su pobreza encarnada en una máscara académica(v.gr. parlotear sobre cursos, títulos, doctorados, post-post-post-doctorados, etc.); como ya dije repito, sólo que ahora, apoyado en otras cosas: usted da a entender que las mujeres no tiene »vocación» para la metafísica(y ahora se jacta de su ex docente la dra. fulana), lo de »elevado» no lo explicó todavía(noción muy poco técnica para quién habla de »preocupación académica», y encima, que entra en el juego fácil del círculo, de buscar afuera, de acusar a modo de fiscal, a los que usan a los filósofos como »bandera de ideologías callejeras» ; frase esta última, que destila-para no decir despliega-, un sabor a óxido, »mala conciencia» y resentimiento, por parte de quien tiene que recurrir tristemente a la noción de ideología, ¡por favor!); sigo, después de la digresión muy oportuna del paréntesis, con sus expresiones, creo que por ahí hablaba también de »mar abismal» (tópico de corte romántico, demasiado barato que no vale la pena entrar en él), también, le quita mérito a la psicología y la acusa de »seudoconocimiento filosófico»(ver más arriba, en todas las entradas de» Alejandro» para la nota:»LA MISOGINIA DE SCHOPENHAUER (II)»)…

    Otra cosa que me parece curiosa y graciosa, es su falta de detenimiento en la lectura y por consiguiente, en la meditación de ello. Yo dije:»desarrollos filosóficos contemporáneos»; y usted(e-rro-nea-men-te), me cita:»desarrollos históricos contemporáneos». Para no decirle que a partir de esa omisión todo su planteo posterior no tiene mayor validez, me veo tentado a decodificar en su expresión un »lapsus»- y no se preocupe, sé que la psicología le es una disciplina un tanto cara-, que pone en evidencia a un dinosaurio hegeliano.

    Quisiera terminar, ir a lo de Schopenhauer, pero no paran de venirme intempestivamente sus frases de comediante culto, que no dan sino para reírse y comentarlas con amigos:»Bien, entonces queda claro que aquí se habla de un aspecto de la opinión de un filósofo, pero este sitio no tiene nada que ver con la filosofía.» Dónde está, ya que seguramente lo sabe, ese »lugar» tan particular que tiene algo que ver con la filosofía… Sigo con las citas deliciosas:»la historia de la filosofía es lo suficientemente clara -para quienes la conocemos de verdad- al respecto.» Vinculo y analizo: ¡creo que ya sé el lugar dónde encontrar a alguien que sí tiene algo que ver con la filosofía, es en el pequeñísimo círculo de intelectuales mexicanos que son sus amigo! Aquí sí, llegamos al clímax de la estrechez, soberbia e indignación, de quien está atascado y no tiene más que decir en el pensamiento, y por ello recurre tristemente (adjetivo que ya usé-adverbio, perdón-, pero lo repito por no encontrar uno mejor para el caso) a un discurso falaz, anacrónico, pedante, institucionalizado, y paro con la cadena de flores literarias para no seguir ad infinitum (como ve, también manejo algunos latinazgos medievales).

    Bueno, paso a Schopenhauer; por fin. Nadie dijo jamás que había que dejar de leerlo por misógino; pienso que el artículo del Sr. M. Calero venía a modo de advertencia, ya que todo el mundo sabe y nadie lo dice (¿acaso por considerarlo poco importante?): Schopenhauer era efectivamente misógino. Y como considero que el pensamiento está atravesado por muchas cosas(aclaro:sexualidad, familia,amistades, política, nivel cultural, gustos estéticos, contexto histórico y más), y que es la autografía y cartografía de esos sujetos muy particulares que se llaman filósofos, me parece muy, muy saludable hacer aclaraciones como la presente. Le recomiendo que sus próximos cursos versen sobre producción de subjetividad(concepto que quizá tenga que revisar), u mejor aún, le tiro un posible título, fíjese el tono solemne que ostenta, ya que está pensado especialmente para usted: »De qué y por qué piensan los filósofos, qué tiene que ver con nosotros, y cómo podemos pensarlos»

    Desde ya, mis excusas por cualquier imprecisión de estilo, y por supuesto, mis más cordiales saludos.

    • Pues aún más falto de sentido resulta la expresión «desarrollos ‘filosóficos’ contemporáneos». ¿Me puede explicar qué signfica para la filosofía un «desarrollo contemporáneo»? Insisto, me recuerda a mis alumnos que no quieren leer a Leibniz porque no es actual, porque no aparece en su Monatsschrift de «novedades filosóficas» (risas). Si le mencioné lo de la academia fue para responder a su pregunta barata -de periodista- por la actualidad.

      No abundaré sobre mi opinión sobre la psicología; sé que un día las personas se reirán de que «hubo un tiempo en que los sujetos necesitaban ser concebidos como patología», así como hoy nos reímos de que hubo un tiempo en que todos creían que la política era cosa de la soberanía y la potestad, no del poder.

      Por lo demás, su caterva -parafrástica de Deleuze (tenga usted un estilo propio)- de acotaciones supuestamente críticas están manifiestamente tomadas de un manual de filosofía. ¡Qué se yo del romanticismo para el pensamiento filosófico!, esas (im)precisiones se las dejo a los actualizadores de antigüedades, como usted, que me ha dado la impresión de ser más bien un periodista que un estudioso de la filosofía.

      Si hay palabras que no explico, es porque ellas se delatan a sí mismas; no estoy haciendo gramática geométrica.

      Pero insisto, por favor, explíqueme qué significa eso de «desarrollos… contemporáneos»; créame que me he entretenido en los pasillos de la facultad descifrando ese misterio de hegelianismo cobrizo (¡ups! supongo que a un parafraseador de Deleuze le debe resultar incómodo ser asimilado a Hegel). Por cierto, ya lo confirmé: leyó demasiado a los franceses del siglo XX (eso espero) y no leyó nada de Hegel. ¿Sabe usted que la presentación de Foucault en el Collège de France evoca la cuestión de «Hegel» como índice de la crítica? Claro que no, para usted tanto Hegel como Platón, Plotino, Kant, Parménides y toda la historia de la filosofía ya ha sido soberanamente superada por los ¿cómo? ¿»desarrollos… contemporáneos»? Para morir de risa.

      Por favor, explíqueme qué sentido tiene eso para la filosofía.
      Gracias.

      Creo que sólo hice una mención del título de mi profesora. Nunca hablé de «doctorados y post-post-doctorados»; por otro lado, si aludí a ella fue para mostrar que todo este asunto de la misoginia -como la del nazismo y el antisemitismo- no es más que chatarra de internet: una mujer de «elevado» pensamiento (piense en Nietzsche cuando lea esa palabra) como mi profesora desestima estas flores marchitas y polvorientas. ¡Lea usted bien! Ni siquiera tiene que interpretar, está todo claro ahí.

      Finalmente, si especifiqué algo de mis cases fue para dar respuesta a su anodina pregunta de periodista sobre mi «actualización filosófica» (mucha, mucha risa)

      P.D.
      Lo invito a que ya no parafrasee a Deleuze; ese peligro al que se exponen algunos filósofos, el de ser usados como bandera de contentillo por los «actualistas» de la filosofía. Digo, Deleuze que sí fue un verdadero filósofo, ocupado con los estoicos, Hume, Spinoza, Kant y Nietzsche. ¿No le parece curioso que en Lógica del sentido retome a Platón para elaborar el concepto de la «superficie»? Espero que siga leyendo a Deleuze (no para parafrasearlo) a pesar de haber confiado un poquito en Platón.

      P.D. 2
      Está bien, los clásicos no (pues son los clásicos), pero ¿quiénes si gustaría ver borrados de la filosofía? ¿Hegel? ¿Husserl? ¿Heidegger? ¿Gadamer? ¿Todos los que siguen pensando en un «sentido»? Le recuerdo que la ontología histórica de Foucault parte de la cuestión fenomenológica del sentido, justamente.

      Espero su respuesta a su ¿hegelianismo-deleuzianismo-periodismo?

      Reciba usted un cordial saludo.

  8. Señor Alejandro, veo que usted tiene necesidad de mis explicaciones, pues bien, las tendrá; le confieso que me es bastante extraña su incapacidad para entender, o para reconocer quizá, su dureza, su extrema rigidez ( y eso que estoy hablando con un intelectual de la high culture, con un académico mexicano, me pregunto cómo andarán las cosas por ahí, hecho que me deja perplejo.)

    Bueno, empiezo por lo que más le cuesta, por la exégesis de la frase »desarrollo filosófico contemporáneo»; expresión al parecer oscura, que luego podrá compartirla con sus alumnos y colegas. Le prometo intentar exprimir mis cualidades pedagógicas y expositivas, ya que la parecer lo necesita mucho. No sé si maneja el Diccionario de la RAE(y sino lo hace, lo invito desde ya, es una herramienta muy útil en casos como el suyo), allí puede enterarse de los distintos usos de la palabra »desarrollo»: indicativo del presente del verbo »desarrollar», que no solamente tiene un sentido historicista, y sí también de planteo, exposición, explicación, entre otros.
    Sigo; entonces tenemos para su mejor claridad »planteo filosófico contemporáneo», que puede leerlo a la luz de los comentarios de más arriba, y entender que apuntaba a los aportes de ciertos filósofos como J.P. Sartre, H. Arendt, G. Deleuze, L.Wittgenstein, J. Derrida, J. Lyotard, M. Foucault, E. Levinas, R. Barthes, A. Kojevé, T. Adorno, M. Horkheimer, R. Rorty, Jean Luc Nancy, A. Badiou, P. Sloterdijk, S. Zizek el propio M. Heidegger, también S. Freud y J. Lacan aunque le duela( verá que esta lista es heterogénea pero para nada exaustiva); ellos, por suerte, han renovado y enriquecido la filosofía, así también, la forma de leerla, descentrándola un poco de la pobreza, rigidez e imprecisión(no escatimo en poner dos adjetivos casi contradictorios), que gente como usted defiende y practica. Yo dudo que piense que Aristóteles se leía en la Grecia del Siglo IV igual que en la Edad Media, o que los Modernos seguían la lectura escolástica del Estagirita, fíjese por ejemplo en su Kant y luego me dice; o en la lectura de Hartmann, o en la de Heidegger…Creo que también necesita que le explique que los problemas cambian con el tiempo, y que se los aborda de diferente manera.

    Le aconsejo que reflexione y tome más precauciones para hablar de filosofía, que intente leerlo todo de nuevo(como lo hizo Habermas cunado conoció a Rorty), acompañando siempre a cada clásico, con los »desarrollos filosóficos contemporáneos», quizá así entenderá mejor muchas cosas, entre ellas a la filosofía misma, el manejo de supuestos metafísicos, a argumentar el uso que le da a los conceptos(y no piense que va a llegar a una »gramática geométrica», Spinoza está muerto, y dudo que usted tenga su genio; ni sé si le da para empezar de nuevo con la filosofía, supongo que está bien entrado en años, pero no se desanime, le repito: inténtelo, y cuidado, mire que en la filosofía también hay Edipo), etcétera.

    ¿Pasamos a otra cosa, le parece? Creo que el hegelianismo está salvado; cierto, me faltaba lo del curso de Foucault, cuestión anecdótica y fruslería erudita típica de gente como usted. Pienso que más bien la presunta »evocación» a Hegel es un giño y una delicadeza a su ex profesor y ex catedrático de »historia de los sistemas de pensamiento» en el College de France(puesto que asume Foucault en 1970), es decir Jean Hyppolite, quien sí dedicó su vida a estudiar a Hegel; y al que podrá agregar a la lista de más arriba.

    En cuanto a mi estilo, me acusa de deleuzeano, de periodista, de parafrasear y no sé qué más. Sólo le digo que escribo para reírme y codearme con mis amigos(y maestros también), intentando siempre hacer enojar a mis enemigos, de ahí el tono panfletario, desenfadado, coloquial ,fatigante, que a usted tanto le pesa. Veo que logro lo que quiero, siga así, no entendiendo nada, y acuse, acuse, acuse más, que es lo suyo(si no llega a poder con la filosofía, sabe que tiene la posibilidad de hacer una muy buena carrera de juez o fiscal, o de humorista de café high, téngalo en cuenta.)

    También le tengo que agradecer sus comentarios, que han sido muy divertidos tanto para mí como para mis amigos, y han disparado las visitas del blog del Sr. M. Calero, lo han hecho Pop; por eso, lo invito, le ruego, sigamos con la polémica, con la novela.

    Lo saludo, sin entender todavía sus ideas sobre psicología.

    • Qué caray, ni hablar. Le pedí una explicación para el caso de la filosofía, no una definición ordinaria que apela finalmente al diccionario de la RAE. Pero me llama la atención una cosa ¿cree que Foucault no se tomaba en serio a Hegel y en realidad sólo aludia a Hyppolite? Lea a Foucault, l-e-a–a–F-o-u-c-a-l-t. Qué bien que escriba por todas las razones que me enumera; ésa no era la cuestión del estilo, simplemente que SI QUISIERA LEER ALGO «DELEUZIANO, LEERÍA A DELEUZE MISMO, no a sus paráfrasis. Si usted se divierte, amena, etcétera, para mí es irrelevante.

      Como no me da un genuina explicación de un concepto como no sea el de la lectura actualizada, no veo polémica alguna. Hay una obviedad bárbara en que cada «época» hace una lectura propia de la historia de la filosofía, eso es algo que doy por sentado; repito: Obvio.

      Le daré un ejemplo: sique por pensarse la relación entre la formación de los conceptos y su relación con la experiencia planteado en la fundamentación ontológica de la metafísica elaborada en la modernidad. Dicho problema no es cuestión de leer, digamos, «El Kant de Heidegger» o la «Lectura foucaultiana de Nietzsche». No se lee historia de la filosofía con un criterio «desarrollista» (mucha risa), sino presente. ¿Me he explicado?

      Hasta que no me ofrezca una respuesta conceptual sobre un concepto -justamente- suspendo la diatriba con usted.

      Reciba un cordial saludo.

      P.D.
      No soy un intelectual, soy profesor de filosofía.

  9. Buscando textos serios me encuentro este sitio web. Me ha parecido interesante la discusión. Yo escribo ahora mi tesis sobre Schopenhauer. No acuerdo mucho con el sr. Alejandro en apreciaciones que da sobre la razón metafísica de la misoginia (así me parece), pero sí estoy de acuerdo en que quienes hacen estos sitios deben tener más cuidado. Leí la primera parte que es un compendio de la desastroza relación de Schopenhauer con su madre, siempre con esa mirilla de la «causa-efecto» y vi que el autor no dice nada sobre la nulidad materna de la Madame Johanna Schopenhauer, que como madre dejó bastante que desear. Leyendo a Safranski (es mi fuente ahora, tal vez ocupe más), no se puede esperar más que desprecio de un verdadero filósofo que no confundió las reuniones de salón y las novelas confesionales con el cometido de la filosofía.

    Yo tampoco entiendo qué quiere decir el sr. Roberto con ese chorote de los desarrollos filosóficos contemporáneos. A mí tabmbién me ha parecido algo muy de periodista. En eso acuerdo con Alejandro.

    Tendré en cuanta la mala voluntad y la mala conciencia que pude retormar de la pregunta del sr. Alejandro ¿para qué estas páginas, que además de todo son bien parciales? ¿Por qué no escriben nada sobre el desprecio materno de Johanna Schopenhauer a su hijo?

  10. Tambièn yo abomino estos sitios etiquetados como filosofìa pero que son paja de reporteros. Roberto se parece a Sòcrates y su ironìa de mal gusto. No acuerdo del todo con Alejandro pero es el ùnico que habla como quien sabe de filosofìa. El otro tipo es lacaniano; se le nota a leguas que le enerva el simpàtico desprecio de alejandro hacia la psicologìa (esa opiniòn si la comparto); por què no abrir una pàgina del servilismo de Lacan a Heidegger? No he leìdo mucho de Schop. pero no me tomo en serio esto de la misoginia. Tambièn voy de acuerdo contra las reseñas que dice alejandro de «heidegger nazi» o «nietzsche antisemita», al menos no las etiqueten como filosofìa. Mis maestros de filosofìa me enseñaron que el valor de un filòsofo no està en lo que la gente de medio de cafè vespertino puede opinar sobre ellos.

  11. Estaba interesante esto, làstima que no siguieron.
    Me da risa que Roberto le recomienda a Alejandro usar el diccionario de la RAE y lìnea seguida confunde «sino» con el condicional «si… no». Yo le recomiendo que use el diccionario de lèxico y sintaxis.
    Mi opiniòn es que tampoco se puede dejar pasar de largo la misoginia de Schopenhuaer y que estas pàginas sì aportan materiales para informaciòn sobre esos aspectos mudos de los filòsofos.
    Mas, al mismo tiempo, podemos comprender sin sofisticadas argumentaciones metafìsicas, los «errores»? de los filòsofos; pero lo debemos hacer con seriedad, tambièn cuestionando cuàles seràn nuestros prejuicios que no vemos, porque en el presente todos nos creemos inocentes de prejuicios y no es asì.
    Tampoco le doy crèdito a la psicologìa y menos cuando es tan pretensiosa que quiere suplantar a la filosofìa.

  12. Sin animo de ofender pero el «Creo que con los pasajes ya citados el lector tendrá material suficiente para comprender cabalmente cual eran las ideas de Schopenhauer para con las mujeres. Una hostilidad extrema, cargada de prejuicios y falacias, un pensamiento encasillado en su tiempo, ayer vigente, hoy anacrónico». Hablan también de una maera prejuiciosa y poco objetiva de analizar el pensamiento de Schopenhauer.
    .

  13. No sé quien sea Alejandro, pero vaya hermano sí que escribes bien, se nota que sabes bastante de filosofía yo por mi parte lo reconozco que solo estudie filosofía para pasar las materias.
    Y respecto a Schopenhauer se que en sus textos si se aprecia una misoginia extrema, en cuanto si es esta cuestión es relevante o irrelevante para la filosofía, la verdad considero que es IRRELEVANTE

  14. No sé quien sea Alejandro, pero vaya hermano sí que escribes bien, se nota que sabes bastante de filosofía yo por mi parte lo reconozco que solo estudie filosofía para pasar las materias.
    Y respecto a Schopenhauer se que en sus textos si se aprecia una misoginia extrema, en cuanto si es esta cuestión relevante o irrelevante para la filosofía, la verdad considero que es IRRELEVANTE

  15. Alejandrito se hizo 4 usuarios más para no sentirse tan pelotudo. Q cómico. Personas como él demuestran q la cultura no brinda sabiduría

  16. Me he leído con interés todos los comentarios y sobretodo el debate dialéctico entre Alejandro y Roberto. Me hubiera encantado poder seguir cada frase,cada punto,cada coma,pero lamentablemente no soy conocedora de la filosofía,salvo cuando me dieron clase en el instituto. Bueno,lo más positivo para mí,es que me ha despertado una gran curiosidad el estudio de la filosofía,ya que es necesario profundizar y entender los escritos de los filósofos,porque al menos yo sé que con una simple lectura no tendré suficiente…Por otra parte,y desde un punto de vista de»andar por casa»,no entiendo por qué la psicología ha de ir en contra de la filosofía o viceversa, son ciencias distintas con intereses distintos. En cuanto al aspecto que ha originado todos los comentarios,que ha sido el artículo sobre la misoginia de Schopenhauer y basado en escritos del filósofo.Creo que no cabe duda sobre la misma,pero también creo que era una opinión generalizada de la época. ¿Cuándo no ha habido misoginia a lo largo y ancho de la historia? SIEMPRE y de ésta no se han salvado eruditos, filósofos, artistas y hombres de cualquier condición y estrato social y cultural, incluídas las propias mujeres que llegaban a creerse que eran inferiores a los hombres…Actualmente siguen existiendo un montón de países donde la mujer no tiene ni voz ni voto,son prácticamente esclavas y su METAFISICA es sobrevivir a tanta barbarie…no creo que tengan tiempo ni posibilidad de filosofar, ya que la mayoría son analfabetas y como decían ciertos filósofos su finalidad es procrear y servir. Y para finalizar entre tanto erudito,a alguno se le ha olvidado que las mujeres también somos seres y formamos parte de esa realidad que creo que estudia la Metafísica.La cuestión es más profunda señores, no se trata de una cuestión de hormonas, es una cuestión de posibilidades,que por cierto no se construyen en 50 años en comparación con los miles de años de historia.Gracias y saludos de una mujer con ovarios y cerebro

  17. Pingback: Voces sobre el silencio | el descenso de alicia·

  18. Defintivamente creo que vivo en un mundo muy raro.
    Donde estos visitantes hablan de filososfia y mujeres
    y donde la gente que me rodea No quiere escuchar y menos leer algo de filosofia. Solo les interesa DINERO, RELIGION y VANIDAD
    ¿Tendre que cambiame de planeta?

  19. Creo que Alejandro es claro en lo que dice; desde el principio adoptó una postura y la mantuvo a diferencia de sus «contrincantes» que sin argumentos y con agresión disfrazada no les alcanzó para rebatirlo.
    Eso entiendo de lo leído, pero; ¿ps quién soy yo?

  20. ¿Puede alguien decir que no es misógino, que aprecia a las mujeres y que espera que algún día lleguen a liberarse de manera genuina, y afirmar a la vez que las mujeres están incapacitadas por su naturaleza para la metafísica? De hecho sí, tal como se desprende del primer comentario de este hilo. De derecho, no. ¿Qué clase de aprecio es ese que permite considerar inferiores a las propias las facultades del ser que se dice apreciar? Sólo el aprecio que uno puede sentir por su perro o su gato. Parece mentira que todavía haya quien sostenga el discurso que desde el origen del patriarcado se ha utilizado para retener a las mujeres en el margen. ¿Nos creeremos eso de que cuando algo se repite muchas veces es verdad?
    Vayamos ahora a lo que parece que se toma como hecho: “las mujeres no han creado aún nada elevado” (cito). ¿Es legítimo deducir de ahí –suponiendo que fuera verdad– que las mujeres no pueden crear nada “elevado”? Hacer tal cosa comportaría caer en la llamada falacia naturalista (que consiste en extraer un “necesariamente es así” de un “es así”) y también en la falacia ad ignorantiam (que consiste en defender que algo no es porque nunca se ha demostrado que sea, o viceversa).
    Siguiente punto. Por lo visto “este tipo de entradas” son irrelevantes para la filosofía, dañan la imagen de los filósofos y llevan a muchas personas a la cuestionable conclusión de que no merece la pena estudiarlos. Ante eso tengo varias cosas que decir. 1- ¿Las personas que han atacado este post en sus comentarios acostumbran a intervenir con el mismo ímpetu cuando encuentran uno sobre las polémicas relacionadas con Heidegger o Nietzsche? A lo que añado: 1.1 Y, después de decir que ese tipo de cosas son dañinas y están fuera de lugar, ¿comentan que ellos aprecian profundamente a los judíos, aunque por su raza es evidente que nunca van a llegar adonde han llegado los arios? ¿No producirían estas palabras algún escándalo? ¿Por qué en cambio se pueden decir aún cosas paralelas sobre las mujeres con toda la naturalidad del mundo? 2- Si alguien, al saber de la misoginia de Schopenhauer o de las relaciones de Heidegger con el nazismo concluye que por ese motivo no merece la pena estudiar sus respectivos pensamientos, entonces el problema es suyo. Y añado: 2.1 A quien opina que las mujeres, por sus presuntas “hormonas e histerias cotidianas”, están impedidas para la metafísica no parece preocuparle mucho si está dañando o no la imagen de las mujeres, ni tampoco que pueda haber personas que, leyendo su comentario, tomen sus afirmaciones por verdades. 3. El post versa sobre un filósofo y sobre parte de su obra, así que no veo por qué debería resultar ilícito dedicarle un espacio aquí. 3.1 Por otra parte, pertenezcan o no al ámbito estrictamente filosófico, las opiniones de Schopenhauer sobre las mujeres tienen desde luego su interés en cuanto parte del discurso legitimador del patriarcado. Por ejemplo, recuerdo un texto suyo donde establece una distinción entre la infidelidad masculina y la femenina; según dice, la primera habría que considerarla natural y la segunda antinatural, a partir de lo cual infiere que el adulterio de la mujer es mucho menos perdonable que el del hombre. Esta idea se ha repetido a lo largo de los siglos, y a lo largo de los siglos ha servido para promulgar leyes que castigaban el adulterio femenino pero no el masculino (en la legislación franquista todavía se encuentran ejemplos de esto). 3.2 Lo que viene ahora ya es personal: recuerdo que el día de la lectura de mi tesis el presidente del tribunal insistió más de lo necesario en que de cara a la publicación de la misma debería eliminar el último capítulo, pues el papel de la feminidad en el pensamiento de un filósofo –que era lo que se trataba allí– resultaba irrelevante; y eso a pesar de que el capítulo en cuestión constituía una parte estructural del trabajo. No sé por qué todo este encadenamiento de comentarios me ha traído la anécdota a la cabeza. En realidad, sí sé por qué: todo lo que sea poner en evidencia prejuicios filosóficos sobre la diferencia de sexos es considerado irrelevante por ciertos sectores de la academia. Hay cosas de las que es mejor no hablar, parecen decir. A lo que respondo: el que calla otorga.
    Antes de pasar a la conclusión, me gustaría resaltar que “la filosofía elimina la vida” fue, antes que de Arendt –según dicen aquí– , una tesis de Jacobi (lector de Kant). Pero obviamente a nadie se le pasó por la cabeza acusarlo de pensar así por despecho.
    Y ahora sí, sin extenderme más, acabo confesando que no comprendo cómo a alguien puede satisfacerle en lo más íntimo que sólo personas de su propio sexo sean referentes en el canon filosófico. ¿Dice algo a favor de mi padre –por ejemplo– que fuera un hombre quien escribiera la Crítica de la razón pura? Y, sin embargo, parece estar legitimado por ello para sentirse superior a mí en capacidad innata para la metafísica. Lo único que significa que los grandes filósofos reconocidos sean hombres es que nacieron dentro de un sistema que privilegiaba a los de su sexo; si hubieran nacido mujer, el talento de Platón, Aristóteles, Descartes o Kant se habría desperdiciado, como se habría desperdiciado el talento de Judith Shakespeare, esa ficción tan realista que inventa Virginia Woolf en Una habitación propia para poner el dedo en la misma llaga que yo.

  21. ¿Puede alguien decir que no es misógino, que aprecia a las mujeres y que espera que algún día lleguen a liberarse de manera genuina, y afirmar a la vez que las mujeres están incapacitadas por su naturaleza para la metafísica? De hecho sí, tal como se desprende del primer comentario de este hilo. De derecho, no. ¿Qué clase de aprecio es ese que permite considerar inferiores a las propias las facultades del ser que se dice apreciar? Sólo el aprecio que uno puede sentir por su perro o su gato. Parece mentira que todavía haya quien sostenga el discurso que desde el origen del patriarcado se ha utilizado para retener a las mujeres en el margen. ¿Nos creeremos eso de que cuando algo se repite muchas veces es verdad?
    Vayamos ahora a lo que parece que se toma como hecho: “las mujeres no han creado aún nada elevado” (cito). ¿Es legítimo deducir de ahí –suponiendo que fuera verdad– que las mujeres no pueden crear nada “elevado”? Hacer tal cosa comportaría caer en la falacia ad ignorantiam (que consiste en defender que algo no es porque nunca se ha demostrado que sea, o viceversa).
    Siguiente punto. Por lo visto “este tipo de entradas” son irrelevantes para la filosofía, dañan la imagen de los filósofos y llevan a muchas personas a la cuestionable conclusión de que no merece la pena estudiarlos. Ante eso tengo varias cosas que decir. 1. ¿Las personas que han atacado este post en sus comentarios acostumbran a intervenir con el mismo ímpetu cuando encuentran uno sobre las polémicas relacionadas con Heidegger o Nietzsche? A lo que añado: 1.1 Y, después de decir que ese tipo de cosas son dañinas y están fuera de lugar, ¿comentan que ellos aprecian profundamente a los judíos, aunque por su raza es evidente que nunca van a llegar adonde han llegado los arios? ¿No producirían estas palabras algún escándalo? ¿Por qué en cambio se pueden decir aún cosas paralelas sobre las mujeres con toda la naturalidad del mundo? 2. Si alguien, al saber de la misoginia de Schopenhauer o de las relaciones de Heidegger con el nazismo, concluye que por ese motivo no merece la pena estudiar sus respectivos pensamientos, entonces el problema es suyo. Y añado: 2.1 A quien opina que las mujeres, por sus presuntas “hormonas e histerias cotidianas”, están impedidas para la metafísica no parece preocuparle mucho si está dañando o no la imagen de las mujeres, ni tampoco que pueda haber personas que, leyendo su comentario, tomen sus afirmaciones por verdades. 3. El post versa sobre un filósofo y sobre parte de su obra, así que no veo por qué debería resultar ilícito dedicarle un espacio aquí. 3.1 Por otra parte, pertenezcan o no al ámbito estrictamente filosófico, las opiniones de Schopenhauer sobre las mujeres tienen desde luego su interés en cuanto parte del discurso legitimador del patriarcado. Por ejemplo, recuerdo un texto suyo donde establece una distinción entre la infidelidad masculina y la femenina; según dice, la primera habría que considerarla natural y la segunda antinatural, a partir de lo cual infiere que el adulterio de la mujer es mucho menos perdonable que el del hombre. Esta idea se ha repetido a lo largo de los siglos, y a lo largo de los siglos ha servido para promulgar leyes que castigaban el adulterio femenino pero no el masculino (en la legislación franquista todavía se encuentran ejemplos de esto). 3.2 Lo que viene ahora ya es personal: recuerdo que el día de la lectura de mi tesis el presidente del tribunal insistió más de lo necesario en que de cara a la publicación de la misma debería eliminar el último capítulo, pues el papel de la feminidad en el pensamiento de un filósofo –que era lo que se trataba allí– resultaba a su juicio irrelevante; y eso a pesar de que el capítulo en cuestión constituía una parte estructural del trabajo. No sé por qué todo este encadenamiento de comentarios me ha traído la anécdota a la cabeza. En realidad, sí sé por qué: todo lo que sea poner en evidencia prejuicios filosóficos sobre la diferencia de sexos es considerado irrelevante por ciertos sectores de la academia. Hay cosas de las que es mejor no hablar, parecen decir. A lo que respondo: el que calla otorga.
    Antes de pasar a la conclusión, me gustaría resaltar que “la filosofía elimina la vida” fue, antes que de Arendt –según dicen aquí–, una tesis de Jacobi (lector de Kant). Pero obviamente a nadie se le pasó por la cabeza acusarlo de pensar así por despecho.
    Y ahora sí, sin extenderme más, acabo confesando que no comprendo cómo a alguien puede satisfacerle en lo más íntimo que sólo personas de su propio sexo sean referentes en el canon filosófico. ¿Dice algo a favor de mi padre –por ejemplo– que fuera un hombre quien escribiera la Crítica de la razón pura? Y, sin embargo, parece estar legitimado por ello para sentirse superior a mí en capacidad innata para la metafísica. Lo único que significa que los grandes filósofos reconocidos sean hombres es que nacieron dentro de un sistema que privilegiaba a los de su sexo; si hubieran nacido mujer, el talento de Platón, Aristóteles, Descartes o Kant se habría desperdiciado, como se habría desperdiciado el talento de Judith Shakespeare, esa ficción tan realista que inventa Virginia Woolf en Una habitación propia para poner el dedo en la misma llaga que yo.

  22. Bueno, creo que tal vez el bueno de Schopenhauer se refería a las mujeres de su entorno, es decir, a las mujeres de clase alta de la Prusia decimonónica. Bajo esta premisa no creo que le falte razón al gran pensador, yo me las imagino así tal cual. No entiendo porqué las mujeres de hoy día no pueden leer esto con perspectiva, neutralidad y reconocerle su labor. Si hubiera un trabajo actual que dijese que los varones son superficiales, bravucones y tienden a la picaresca yo no pensaría que es un insulto hacia mi persona, pensaría que es cierto pero tal vez yo sea una honrada excepción. Por cierto, con esto me viene a la memoria algo que decía Schopenhauer: que la única forma de revertir la situación por parte de las mujeres sería unirse en bloque como quien lucha contra un rival más fuerte e inteligente. A ver si va a resultar que él es padre del feminismo, jajaja! Bueno, bromas aparte, diré que quienes hayan leído minimamente su Obra entenderán que fue un feroz misántropo, no un misógino sin más. Lo cual es totalmente entendible.

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